miércoles, 22 de noviembre de 2017

Tres poemas de Roma Rey





“Papá, él es como tú”

Y es que sólo he conocido a otro como tú

ya te lo dije

eres tan como mi padre

que no te poseo

estás lejos

no existes



ERIKA SAID



Papá, sé que estuviste en prisión,

que vives en el taller del abuelo,

y todo se ha complicado



Entiendo que no es sencillo estar así,

al menos tienes la compañía de tu amante,

cincuenta y tantos años y nunca aprendiste a estar solo



Papá, mi madre dice que eres elocuente,

como los poetas; yo soy uno de ellos,

eres como los extraños en los que confío,

pero mamá repite que no hay bondad en ti



Mamá no entiende una cosa,

dice que eres un cerdo en un lecho de rosas,

que Dios no debería regalarte perlas,

sólo de mala gana vas a aprender



Yo repito la historia,

tengo a un hombre como tú,

con elocuencia y cabello negro,

él tampoco se merece el cielo



Papá, él se parece tanto a ti,

me tiene esperándolo

se ha ido, no ha dicho cuándo volverá




“Si no te hubiera conocido”



Si no te hubiera conocido,

no sabría distinguir a Jim Morrison

como poeta y como cantante



No conocería otra religión como la tuya,

y el culto a la palma de tus manos

¿Cómo sabría lo que es renacer por las mañanas?

cuando todo se veía como el vaso medio vacío



Si no te hubiera conocido,

no sabría dormir de otra manera,

me haces descansar en el Trópico de Cáncer,

sin fármacos ni té gourmet



¿Cómo sabría lo que es amabilidad?

me has mostrado a los extraños de la calle

no son tan malos como se ven.



Me has dicho que

éramos como esos extraños

de hoy en adelante sería imposible no reconocernos





 “Oda triste para mí”



Esto es para mí, que me pesa,

como cargar una maleta llena de piedras,

con grilletes en los pies

y subir un edificio de 20 pisos



Me pertenece a mí,

porque no tengo la vida resuelta,

horario de llegada y de salida,

y dos alarmas por si no despierto



No es para aquellos que viven

en constante precaución, y cruzan las calles

con la luz en rojo, y no ingieren gluten,

no es para ti, porque ya tienes maestría



Te repito, no podría ser para ti,

porque cenas muy sano,

yo muy pesado; cinco tacos, por favor,

de las pesadillas yo me encargo



Es tan mío, porque nadie me escucha,

nadie me lee, ¿a ti qué te importa?

nunca había sido tan triste desde que cumplí 16 años,

yo no había dejado pasar tantos otoños sin amarlos



Para mí se detuvo el tiempo,

no son las pilas de mi reloj,

es que me duele noviembre,

llevo sigo viviendo en 2012







 ********************************

Paola Florisel Mejía Reséndiz, Torreón, Coahuila, (octubre 1996)

Poeta en formación.

Estudiante de la licenciatura en Historia en la Facultad de Filosofía, UAQ. Recientemente publicó en el blog de poesía Lengua Suelta.